El neologismo chipización aparece en la Sociedad de la Información en la etapa de la la digitalización de la sociedad humana, como una masificación del uso de chips y teléfonos inteligente, smartphones para cuyo funcionamiento existe un dispositivo con material semiconductor que poco a poco deja de ser material, y se hace digital: el e-sim.
Cada chip ha ido perdiendo anonimato, con el pasar del tiempo, como también cada persona en una red operando sobre una Internet de capas, donde el chip que tiene cada persona contiene sus datos personales y posibilidades de “acceso” según sus registros autorizados.
Fechas claves, contactos, fotografías, chat en unidades de almacenamiento locales y otras con respaldo a la nube asociados finalmente a un chip, un número telefónico, un nombre con apellido, un reconocimiento facial en muchos casos, una dirección ip geolocalizada, una persona y en varios países identificación personal conocida por el Estado, en el caso de chile sería el RUT asociado a una clave única.
Los datos de la ciudadanía digitalizada, se han ido cruzando en torno a una individualización de las personas, y han formado una bigdata que manejan agencias gubernamentales, compañías de teléfono y entes privados.
No ha sido necesario insertar el chip en el cuerpo de las personas, para su comunicación remota, aunque hay proyectos como Neuralink, donde ese chip no estará en el teléfono si no estará conectado a nuestro cerebro.
El concepto de chipización de la sociedad humana no debe confundirse con la modificación del ADN por medio de “cuchillas” como lo es el grafeno y nanotecnología biológica, la chipización a la que hago referencia habla solo del dispositivo de material semiconductor que cada persona porta en un smarthpone.
Entendemos por un semiconductor el material del que está hecho un chip, que dependiendo de las circunstancias —temperatura, presión, radiación y campos magnéticos—, puede actuar como conductor, permitiendo el paso de la corriente, o como aislante, impidiendo el paso de la misma.
Esta chipización de la sociedad humana, no tendría las implicancias que tiene sin la Internet, cuyos protocolos han evolucionado a conveniencia de un diseño donde es interesante el ver cómo dialogarán IPV4 con IPV6.
La chipización de la sociedad humana es un tema de complejo tratamiento y que requiere una discusión ética y regulación legislativa que proteja la integridad y naturaleza del ser humano cuyo consentimiento en la adopción de la tecnología ha sido forzado en muchas oportunidades por el diseño del orden en curso , donde ya está aquí la versión digital del chip en la generación de las llamadas e-sim.
Por Bruno Sommer
Fundador El Ciudadano